Lección 14: Servicios no mencionados

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Servicios no mencionados

La Biblia tiene algunos servicios que no menciona directamente, pero que es obviamente parte del culto cristiano. Por ejemplo, el término culto no se refiere solo a la reunión de la iglesia, sino a un estilo de vida de adoración racional. Ro. 12:1. Es en este sentido un ministerio.

El servicio de la música

El NT no menciona mucho sobre la música. De forma muy indirecta se menciona solamente tres veces:

  1. Como una referencia a los juegos juveniles. Mateo 11:17.
  2. Como un instrumento de cuerda. Ef. 5:19. El término griego es psalo (ψάλλω), principalmente puntear o rasgar, y secundariamente tañer un instrumento de cuerdas con los dedos. El NT lo usa como cantar un himno, cantar alabanzas; como en Stg. 5:13: «cante alabanzas»); en Ro. 15:9 y 1ª Co. 14:15, se traduce con el verbo «cantar»; en Ef. 5:19 se traduce: «alabando», donde, para el término precedente, ado, traducido «cantando». Sería como “cantando con un arpa o cítara”.
  3. Como un himnario impreso. Col. 3:16 y Ef. 5:19. “Salmos” parece referirse al libro de los Salmos; “himnos” hace referencia a una especie de canto escrito que usaban antiguamente; cánticos espirituales refleja un cántico dirigido a Cristo por el Espíritu.
  4. Solo el AT menciona instrumentos de golpe, como los tambores, la zampoña y otros. Estos no eran usados en el Templo o adoración al Señor. El NT se fija más en los instrumentos de cuerdas y aire. La historia de las iglesias cristianas siempre ha demostrado el uso de pianos (cuerdas percutidas), órganos (instrumentos de aire), y flautas (instrumento de aire). Nunca en la historia se registran tamboriles, o instrumentos similares al pueblo judío.

El servicio de las ofrendas

Las ofrendas son voluntarias. El Señor Jesús enseñó la necesidad de ofrendar. Este ha sido un principio que el Señor instituyó en todas las dispensaciones.

  1. Jesús alabó a la viuda pobre por echar todo su sustento al arca de la ofrenda del Señor, a pesar de que los fariseos la administraban. Mr. 12:43-44.
  2. La iglesia de Macedonia se dio primeramente al Señor y luego a ofrendar para sostener a Pablo. 2ª Cor. 8:3-5.
  3. Pablo enseña que los hermanos que ofrendan con gratitud y generosidad siempre tendrán la “alacena llena” de las bendiciones de Dios. 2ª Cor. 9:8-14:
  4. Al ofrendar, Dios multiplica sus bendiciones. V. 8 y 9.
  5. Aumentarán sus frutos de justicia. V. 10-11.
  6. Produce en todos los creyentes gratitud a Dios. V. 12-13.
  7. Suplirá muchas necesidades que falta a otros santos. V. 12.
  8. Se elevarán oraciones a favor del dador. V. 14.
  9. Jesús promete dar con abundancia espiritual. Lc. 6:38.

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