Lección 12: Los Diáconos

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Lección 12

Los Diáconos

La palabra diácono significa “siervo” o “esclavo”: una persona que sirve incondicionalmente a otra. La palabra aparece más de 90 veces en el NT, y refiere a una persona dispuesta a servir al Señor en la iglesia local donde es miembro. No es siervo ni del pastor, ni de la iglesia, sino del Señor.

Los diáconos son funcionarios de la iglesia local, y fueron elegidos la primera vez en la iglesia de Jerusalén (Hch. 6). Son elegidos específicamente para solucionar problemas materiales que atañen a la iglesia local, para que el pastor no dedique el tiempo en aquellos quehaceres que puede realizar otra persona. Estos problemas materiales incluyen no solo las ofrendas y el templo donde se reúne la iglesia, sino específicamente en solucionar algunas de las necesidades propias de los miembros de la iglesia.

Características de los diáconos

Hechos 6 nos habla de las características básicas del diaconado:

  1. Fueron elegidos para “las mesas”, es decir, para la beneficencia y la solución de problemas alimenticios de las viudas (v. 1-5).
  2. Fueron elegidos por la multitud (v. 3), pero aprobados por el pastor.
  3. Fueron elegidos bajo los siguientes parámetros (v 3):
  4. Varones. Esto debido a la multitud. Probablemente ellos delegaron funciones entre otros de la congregación, probablemente mujeres.
  5. Siete en total. El número que indica que está completo, que es maduro.
  6. De buen testimonio. Personas de confianza para la congregación.
  7. Llenos del Espíritu Santo. Personas obedientes y sujetas a la Palabra de Dios.
  8. Llenos de Sabiduría. No eran personas movidas por emociones, sino por razones bien fundadas.
  9. Responsables (“a quienes pongamos”). Con un grado de autonomía en sus ejercicios, incluyendo un grado de autoridad sobre la multitud.
  10. El Apóstol Pablo menciona también a mujeres sirviendo como diaconisas en las iglesias. Rom. 16:1-2.Fil. 4:3.
  11. Pablo añade otros requisitos en 1ª Ti. 3:8-13:
  12. Que no tomen lo que no les pertenece.
  13. Sin doblez de palabra. Que no cambien de opinión sin justificación, o que dicen una cosa a uno y otra diferente a otro.
  14. No dados a mucho vino. No alcohólicos o borrachos.
  15. No codiciosos de ganancias deshonestas. Comerciantes sin escrúpulos.
  16. Transparentes (limpia conciencia).
  17. Deben ser probados.
  18. Las diaconisas deben ser honestas, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo.
  19. Los diáconos deben estar casados una sola vez.
  20. Y deben “gobernar bien su casa”.

La labores comunes del diaconado

En consonancia a lo que Dios enseña en su Palabra, y que ya hablamos, los diáconos tienen los siguientes ejercicios:

  1. Predicar y enseñar la Palabra de Dios (son predicadores o maestros, no ambos).
  2. Encargarse de la Beneficencia.
  3. Encargarse de la Consejería no pastoral. Dar ánimo, fortaleza y consuelo.
  4. Encargarse de la visitación no pastoral. Para motivar la unidad.
  5. Encargarse de Evangelismo. Esto incluye misiones, seminarios, etc.
  6. Encargarse de los colaboradores.

Las diaconisas pueden ejercer algunos de estos ministerios que no son claramente regulados en otras Escrituras, como el de predicar a la congregación, que ya ha sido definido para los varones.

Consejería diaconal

Existen varios textos que nos indican que algunos diáconos son llamados para la consejería como parte de su servicio al Señor.

Los colaboradores

Aunque existen dos oficios, se ejercen muchos ministerios. Toda iglesia tiene la necesidad de otros obreros que complementen la labor de la obra del Señor. Estos obreros son maestros, músicos, tesoreros, director de canto, coro, concilios, juntas, comisiones, etc. Todo esto es parte de la iglesia local.

Una nota final

Los diáconos son elegidos por la congregación sin límite de tiempo. Son escogidos para servir al Señor hasta que el Señor los remueva. No es, por tanto, un puesto al cual aspirar. Y el pastor puede retirarlos de su cargo cuando hayan pecado.

No es correcto celebrar una elección anual o bianual para cambio de diáconos; lo que se celebra es una reconfirmación o rechazo del diácono según los trabajos y testimonio ofrecido cada uno o dos años, como decida la congregación.

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