Lección 5
La Persona de Jesucristo
Texto para memorizar: Juan 20:28.
El nombre español “Jesucristo” es la unión de un nombre griego y un título griego. “Cristós”, en griego, significa “el ungido, el escogido”. El nombre griego “Iesous”, es la transcripción del hebreo “Yeshua”, que significa “Jehová es el Salvador”. La traducción de Yeshua al español es Josué. El término Jesucristo se adoptó en 1870, en la revisión RV; antes de eso siempre fue “Jesús el Cristo”.
- Jesucristo es Dios manifestado en carne. Jn. 1:1, 2, 14. Esto significa que Jesús es Dios tanto física como espiritualmente. Jn. 14:6-8.
- Jesucristo, desde su nacimiento hasta su ascensión, siempre aceptó abiertamente ser adorado como Dios. Esto lo siguieron creyendo y practicando los Apóstoles (Hch. 14:8-18; 10:25, 26), y es una práctica común de los ángeles (Ap. 19:10; 22:8).
- La Biblia siempre enseña que Dios es el único que merece adoración (Ex. 34:14), y Jehová mismo reclama la adoración exclusivamente para Él (Is. 44:6, 8; 45:5; Dn. 3:29). Entonces, si Jesús acepta adoración y se indica que “es Dios” (Jn. 1:1), está demostrando que Él es el mismo Dios verdadero del AT.
La Biblia le da a Jesucristo el título de Dios
- Se le llama “Dios verdadero”. 1ª Jn. 5:20.
- Se le llama “Señor y Dios”. Jn. 20:28.
- Se le llama “Dios sobre todas las cosas”. Ro. 9:5.
La Biblia le atribuye a Jesucristo las acciones de Dios
- Los Evangelios narran algunos de Sus muchos milagros, que solamente Dios puede hacer (no es cuestión de milagreros).
- Curó a paralíticos. Mr. 2:8-12.
- Restituyó la vista al ciego. Mr. 10:46-52.
- Echó fuera a los demonios. Mr. 5:8-15.
- Domina las leyes de la física. Mr. 6:45-51.
- Multiplicó el pan. Mr. 6:30-44.
- Resucitó a los muertos. Mr. 5:41-42.
- ¡Y Él mismo resucitó por sus propias fuerzas! Mr. 16:6; Jn. 10:17-18.
- También se le dan las cualidades (atributos) que solo Dios tiene.
- Jesús es Omnisciente. “Omni”, absoluto, todo; “cientis”, ciencia o conocimiento. Jn. 2:25; 21:17; 16:30; Mt. 9:4.
- Jesús es Omnipresente. Absolutamente presente. “Él no puede no estar”. Mt. 18:20; 28:20; Jn. 3:13.
- Jesús es Omnipotente. Todopoderoso. Jn. 1:3; Col. 1:16.
- Jesús es Inmutable. Nunca cambia. Heb. 1:10-12; 13:8.
- Jesús es Santo. Sin pecado, sin defecto. Heb. 4:15; 1ª P. 2:22; 2ª Cor. 5:21.
- Jesús es el único que perdona pecados. Mt. 9:6.
A Jesucristo se le adora como se adora a Dios
- El endemoniado gadareno lo adoró. Mr. 5:6.
- Jesús demanda que se le adore como se adora a Dios. Jn. 5:23.
- Dios Padre ordena que se le adore. He. 1:6.
- Los ángeles le adoran entusiastamente. Ap. 5:11-12.
Para Considerar
- Ningún ser humano en su sano juicio aceptará adoración que le corresponde a Dios.
- Pablo y Silas se opusieron al ser adorados. Hch. 14:8-18.
- Pedro se negó ser adorado por Cornelio. Hch. 10:25, 26.
- Los ángeles se niegan a ser adorados. Ap. 19:10.
- Si Jesucristo fue un gran hombre, o un hombre superior, más sabio y bondadoso, sin ser Dios, hubiera rechazado enfáticamente ser adorado, y se hubiera formado un cristianismo diferente.
- La Biblia afirma que Jesucristo, y solamente Él, es el Verdadero: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna” (1ª Jn. 5:20).
La Doctrina de Jesucristo
La frase: “El amor une, pero la doctrina divide” está contra las Escrituras. Cada palabra de Jesús es doctrina pura, y todo lo que hacemos debe ser en concordancia con Su mensaje y Sus palabras.
- Él enseña la doctrina con autoridad. Mt. 7:28-29.
- La enseñanza de hombres es doctrina contraria a la de Jesús. Mt. 16:12.
- La doctrina de Jesús admira el corazón. Mt. 22:33.
- La doctrina de Jesús es poderosa y evidente. Mr. 1:27.
- Cada enseñanza de la Biblia es doctrina de Jesús, no de hombres. Mr. 4:2.
- La doctrina de Cristo condena la vida espiritual sin conocimiento bíblico. Mr. 12:38-40; Mt. 22:29; Mr. 12:24, 27.
- Las palabras de Jesús son doctrina. Lc. 4:32.
- Los que conocen a Dios conocen Su doctrina. Jn. 7:16-17.
- Cada creyente debe perseverar en la doctrina. Hch. 2:42.
- La doctrina del Señor es la que convierte al hombre. Hch. 13:12; Ro. 10:17.
- El creyente obedece de corazón a la doctrina de Cristo. Ro. 6:17.
- Quien rechaza la doctrina es un divisionista. Ro. 16:17.
- Hay muchas doctrinas, pero solo la Biblia es sana doctrina. Ef. 4:14; 2ª Ts. 2:15.
- Los pastores deben impedir la falsa doctrina. 1ª Ti. 1:3.
- Los no creyentes siempre verán en la Ley la condena (y procuraran cumplirla por sus fuerzas) porque rechazan la sana doctrina. 1ª Ti. 1:8-11.
- Un buen ministro siempre enseña la doctrina de Jesucristo. 1ª Ti. 4:6.
- Siempre hay que cuidar la doctrina de Cristo. 1ª Ti. 4:16.
- No debemos asociarnos con quienes rechazan la doctrina de Cristo. 1ª Ti. 6:3-7.
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