La manera en que estudiamos la Escritura siempre es importante. De hecho, debemos aprender claramente cómo estudiar la Biblia si queremos entenderla. Ella misma nos ha dicho cómo podemos entenderla. Los Métodos de Estudio Bíblico son aquellas herramientas necesarias para la comprensión del pasaje bíblico. Una herramienta muy usada actualmente, es el Método Inductivo, pero ha llegado a ser abusado y muchos casi que lo consideran infalible. Algunos creen que usando el método inductivo todos podrán llegar a las mismas conclusiones; pero esa es una mentira racional. El método no es el Espíritu Santo, y en muchas ocasiones no podrá descubrir la verdad de la misma Escritura.
¿Qué es el Método Inductivo?
El Método Inductivo, es un método que puede usar cualquier persona, y que comprende tres habilidades: la Observación, la Interpretación y la Aplicación. Pero no es un método infalible. Solamente ayuda a comprender un texto en particular en su sentido original y básico. A éste, se le debe añadir la Exégesis, la Hermenéutica y la Homilética para tener un panorama más certero de la Escritura.
Por ejemplo, con el método inductivo puede llegar a dos conclusiones de un mismo versículo, porque el método no puede ahondar más allá del conocimiento del hombre; el Espíritu Santo debe ser la guía principal, y usar todos los medios que Él nos enseña.
- OBSERVACIÓN. Es como intentamos descubrir lo que dice el pasaje. La Observación guía para ver más exactamente lo que dice el pasaje. Pero la observación está limitada al intelecto, y en muchas ocasiones generará incomprensión o malas deducciones. La Observación consistente es la que da pie a la interpretación precisa y a la aplicación correcta. La Observación intenta contesta la pregunta: ¿Qué dice el pasaje?
- INTERPRETACIÓN. Es intentar descubrir lo que quiere decir el texto. La Interpretación contesta la pregunta: ¿Qué quiere decir el pasaje? ¿Cómo lo entendieron los destinatarios originales? ¿Qué significó? Y esto nos saca del método para averiguar historia, geografía, cultura, sociedad y muchas otras áreas propias de la humanidad, específicamente en el tiempo y la época del libro.
- APLICACIÓN. Es intentar descubrir cómo ponerlo en práctica. La Aplicación es delicada, y contesta la pregunta: ¿Qué quiere decirme a mí personalmente? ¿Cuáles verdades puedo poner en práctica? ¿Cuáles cambios debo practicar en mi vida? ¿Qué significa?
Recordemos que “el Estudio Inductivo de la Biblia, usa la misma Biblia como única fuente de información acerca de la Biblia”, y aunque es un elemento muy loable, es defectuoso. Muchas cosas de la Escritura se entienden en su contexto cultural y social. Un ejemplo básico:
“No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace” (Deut. 22:5). Mediante el Estudio Inductivo, una persona puede llegar a la conclusión de que ciertas prendas no son intercambiables entre varones y mujeres, y llegar a prohibir el uso de ciertas prendas. Pero cuando el texto se compagina con la historia, la cultura y el contexto teológico del libro, el Método Inductivo recibe una ayuda muy valiosa: Habla del travestismo. Esto se entiende cuando se observa que en los idiomas originales, el texto se traduce literalmente: “No habrá artículos de varón sobre la mujer y no vestirá el varón ropa de mujer”. La palabra traducida “artículos” tiene gran variedad de traducciones posibles: “alhajas” (Gén. 24:53); “armas” (Gén. 27:3; 1º Sam. 14:1, 6); “cosas” (Gén. 31:37); “efectos” (Nah. 2:9). Un estudio de los idioma y de una traducción más literal, en consonancia con la teología general del libro y etimología de la Palabra, nos señala que Dios creó a la mujer y al hombre definidos, y la distinción ordenada debe ser obedecida y respetada. El deseo de disminuir esta diferencia nace de ideales inferiores y contribuye a la inmoralidad.
Hoy, como siempre, se necesita estudiar la Biblia sin las conclusiones hechas, ideas preconcebidas e información adquirida como bagaje general; realmente debemos conocer qué es lo que está diciendo el texto, para que el Espíritu Santo pueda darnos el sentido de lo que Él inspiró. Por eso, debemos preguntarnos: ¿Estoy seguro que estudio lo que la Biblia dice? ¿Dónde están los resultados si eso es así? No solo es adquirir conocimiento, sino llevar ese conocimiento a una práctica auténtica de vida que cambie permanentemente nuestra manera nueva de vivir.
El Estudio Bíblico Inductivo es una forma de descubrir lo que la Biblia dice como la fuente original, y respetar totalmente su autoridad. Y de una manera natural, y con el uso del sentido común, Observar, Interpretar y Aplicar su mensaje. Dios se quiere dar a conocer por medio del libro inspirado por Él mismo”.
Los Cristianos en todo el mundo, bajo cualquier corriente y denominación, tienen un solo libro, todos utilizan La Biblia. Hay religiones que utilizan la misma Biblia Cristiana, pero tienen otro libro que altera y contradice lo que la Biblia dice; los “Cristianos” usualmente no tenemos otro escrito, porque le damos toda la autoridad a la Biblia misma. Pero, si tenemos un solo libro para la guía de nuestra fe, ¿Cómo es posible tener tantos desacuerdos si estamos usando un solo libro? ¿Será que estamos diciendo lo que queremos que la Biblia diga, y no que ella misma hable por su propia cuenta? Alguna denominaciones definen lo que es literal o no, y filtran la Biblia para guardar sus propias conclusiones preestablecidas; no tienen otro libro, pero si sus versículos escogidos de acuerdo a su conveniencia. Incluso, algunos se han pegado tanto al método inductivo, que no han permitido que el Espíritu Santo enseñe, y se han confundido en el camino. La mayoría de los que usan el método inductivo creen en el Bautismo del Espíritu Santo, en la fundación de la iglesia en Hechos 2 y en la iglesia universal, porque el método inductivo no es perfecto. El intérprete de la Biblia es el Espíritu Santo; el método solamente será útil en tanto Él controle nuestro estudio.
“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. ”. 2ª Timoteo 3:16, 17.
Conociendo el Método Inductivo
Primero, el Método Inductivo no es perfecto, y su uso está limitado a un concepto claro de la Biblia. Algunos textos se confunden usando solo el método inductivo, y se necesita una comprensión de la Teología Bíblica para evitar las confusiones. En el método inductivo se lee la Biblia; no se lee un libro acerca de la Biblia, como las notas al pie de las llamadas «Biblias de Estudio». Todo comienza escudriñando el texto Bíblico sin la ayuda externa de otro autor, como un comentario, la opinión de un experto, o el sermón de la semana pasada; obviamente que no se desechan estos recursos, solamente que todo estudio debe comenzar primero con una Biblia sin notas de estudio, o comenzar en el comentario. Se debe leer la Biblia en su contexto, y no se lee en trozos aislados, sino en la forma en que el autor (humano o divino) hubiera querido que se leyera. Por lo tanto el estudio inductivo generalmente abarca un libro entero, y es lento y minucioso.
El método unductivo procura leer la Biblia sin prejuicios subjetivos. En lo posible se echa a un lado las ideas preconcebidas de teología, para que la Biblia pueda hablar por sí misma.
Un ejemplo es el caso de 1ª Corintios 12:13, donde todos ven un Bautismo del Espíritu Santo, cuando ni siquiera se menciona en la carta; el método inductivo debe ver el texto sin el prejuicio teológico de que habla del Bautismo del Espíritu Santo, y analizar el pasaje desde la estructura misma del texto. Por eso, se lee la Biblia con la mirada puesta en Dios, porque el Espíritu Santo es El maestro, y necesitamos de una actitud reverente y humilde para entender su palabra.
El Método Inductivo lee repetidas veces la Biblia. No es una lectura casual, como leer la Biblia en un año, sino un estudio disciplinado que requiere una seria diligencia en la observación del texto bíblico, bajo la premisa: ¿Qué dice la Biblia? No se llega a la Biblia con conclusiones hechas, sino que se sacan las conclusiones de la Biblia mismas basándose en las evidencias: La Biblia es la autoridad y no nuestra propia opinión o dogma.
El Método deductivo es el que busca información fuera de la Biblia, usando diccionarios, comentarios, etc., antes de dedicar tiempo a entender el mismo pasaje. El Método inductivo es el que se introduce en la lectura concienzuda, el análisis y la observación profunda del mismo pasaje de la Biblia. Por consecuencia: Quien estudia la Escritura sin prejuicios, tendrá la misma interpretación. La Escritura tiene una sola interpretación, pero muchas aplicaciones.
Con el Método Bíblico de Interpretación, la información será parte de usted y será difícil de olvidar, porque se aprende por experiencia, produciendo una actitud respetuosa hacia la Escritura. Un creyente acepta la verdad aunque contradiga todo su bagaje doctrinal y dogmático, porque acepta, aprobando con fe, lo que Dios dice. Va a «acomodar lo espiritual a lo espiritual», es decir, podrá comprender pasajes difíciles por medio de un estudio correcto de la Escritura.
No es válido ni correcto tomar un libro de la Biblia y estudiarlo ignorando las muchas referencias a otros libros. Muchas veces el sentido de un mensaje en el Nuevo Testamento, encuentra su mayor comprensión al entender el texto del Antiguo Testamento que se está mencionando.
Características del Método Inductivo
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Debemos considerar, sin embargo, que el Método Deductivo no siempre es equivocado. Los métodos deben ser usados de la manera correcta. Es inevitable que tengamos que ir a fuentes externas de la Escritura para comprender la fuente interna de la Escritura.
Textos como el «Ojo de una Aguja», o el concepto de «iglesia», o el concepto de «discípulo», son fáciles de comprender al ir a fuentes externas que ya han estudiado el tema. Sin esa información deductiva, el estudiante con el método inductivo podría llegar a conclusiones equivocadas. |