Lección 2: Bibliología 1

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La Biblia es la Palabra de Dios

El término «Bibliología», viene de dos palabras griegas: Biblos, libro, y Logos, estudio o tratado. La bibliología es el estudio de la Palabra de Dios; y aunque se menciona en algunos como una forma de Teología, el término en su sentido básico refiere a la misma Escritura. En ningún momento, se da sugerencias o se pone en duda que la Biblia sea la Palabra de Dios. La Escritura siempre se muestra así misma como la Palabra de Dios, y es lo que creemos como Bautistas.

Hay dos tipos de evidencia que confirman que la Biblia es la Palabra de Dios y que debemos creer en ella de esta manera.

La Evidencia Interna es la evidencia más fuerte y válida

La Biblia misma declara ser la Palabra de Dios en los siguientes pasajes de ejemplo: Dt. 6:6-9, 17-18; Jos. 1:8; 8:32-35; 2 S. 22:31; Sal. 1:2; 12:6; 19:711; 93:5; 119:9, 11, 18, 89-93,97-100, 104-105, 130; Pr. 30:56; Is. 55:10-11; Jer. 15:16; 23:29; Dn. 10:21; Mt. 5:17-19; 22:29; Mr. 13:31; Lc. 16:17; Jn. 2:22; 5:24; 10:35; Hch. 17:11; Ro. 10:17; 1ª Cor. 2:13; Col. 3:16; 1 Ts. 2:13; 2 Ti. 2:15; 3:15-17; 1 P.1:23-25; 2 P.3:15-16; Ap. 1:2; 22:18. Además, la Evidencia del Antiguo Testamento es Variada y Amplia. Solamente el Salmo 119 muestra cómo se identifica este glorioso Libro, un hecho que queda comprobado en otros textos, como el Salmo 19:7-11.

Jesús mismo declaró que el Antiguo Testamento jamás dejaría de cumplirse, y qu Él venía a cumplirlo y no a quitarlo (Mt. 5:17-18), una enseñanza que el Apóstol Pablo declara en Hebreos 1:12, donde dice que las formas de comunicación del pasado pasaron, pero quedaron en firme.

Del mismo modo, el Nuevo Testamento testifica que es la palabra de Dios ().

Aunque es una prueba secundaria, la evidencia externa es importante para los no salvos

Una verdad externa es la continuidad de la Biblia. La prueba de la coherencia, a pesar de su constitución tan complicada e imposible de realizarse en cualquier otro libro de confección humana. La Escritura fue escrita por más de 40 autores que vivieron a lo largo de un período de más de 1,600 años, pero mantiene su mensaje uniformemente, sin contradicciones o sin ideas diferentes. Y aunque sus autores proceden de los más diversos lugares y situaciones de la vida, tal como reyes, campesinos, filósofos, hombres de Estado, pescadores, médicos, eruditos, poetas y agricultores, el mensaje sigue siendo de elevado sentido, profunda inspiración y coherencia de propósito. Todos los escritores vivieron en diferentes culturas, en diferentes experiencias existenciales, y con frecuencia fueron completamente distintos en carácter, pero aún así la Biblia tiene una continuidad que puede ser observada desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

    1. El Antiguo Testamento revela temas doctrinales tales como la naturaleza del propio Dios, la doctrina del pecado, la de la salvación y el programa y propósito de Dios para el mundo como un todo, para Israel y para la Iglesia.
    2. La doctrina está progresivamente presentada desde sus principios en forma de introducción, hasta su más completo desarrollo.
    3. El tipo está seguido por el antitipo, la profecía por su cumplimiento. Uno de los temas continuados de la Biblia es la anticipación, presentación, realización y exaltación de la persona más perfecta de la tierra y los cielos, nuestro Señor Jesucristo.
    4. Los creyentes de la Escritura, si bien reconocen la factura humana de varios de sus libros, su continuidad y su guía se deben a la inspiración del Espíritu Santo.
  1. La extensión de la revelación bíblica. En su manifestación de la Verdad, la Biblia es inextinguible.
    1. Incluye información geográfica exacta.
    2. Incluye información científica exacta y, alguna aún desconocida.
    3. Incluye arquitectura, matemáticas, lenguajes, inventos, etc.
    4. La influencia y publicación de la Biblia.
      1. Es el Libro más ampliamente publicado a nivel mundial.
      2. Fue el primer libro en ser impreso.
      3. Fue el Centro de Grandes avivamientos políticos y religiosos.
      4. Sigue siendo el centro de controversia y discusión. Para los no salvos es la «espada del Espíritu» (Ef. 6:17) y para los salvos es un poder efectivo, santificante y que limpia de toda mancha (Jn. 17:17; 2ª Cor. 3:17, 18; Ef. 5:25, 2ó). La Biblia continúa siendo la única base divina para la ley y la moralidad, y el contraste entre el salvo y el impío en este respecto.
    5. El contenido de la Biblia.
      1. Describe la eternidad en el pasado, incluyendo la creación antes de que el hombre existiese.
      2. Se revelan la naturaleza y las obras de Dios.
      3. En las profecías bíblicas se manifiesta la totalidad del programa divino para el mundo, para Israel y para la iglesia, culminando en esta última, que es eterna.
      4. En cada materia presentada y descrita, sus declaraciones son decisivas, concretas y están al margen del tiempo.
      5. Su naturaleza comprensiva ha hecho a sus lectores sabios en la verdad que se relata tanto en el tiempo como en la eternidad.
    6. La Biblia como literatura.
      1. Es considerada como obra literaria.
      2. No solamente contiene la historia gráfica, sino la profecía en detalle, la más bella poesía y el drama, relatos de amor y de guerra, las especulaciones de la filosofía y cuanto se relaciona con la verdad bíblica.
      3. La variedad de la producción de sus autores está contrastada por la multiplicidad de sus materias.
      4. Ningún otro libro de literatura tiene tantos lectores apasionados de todas las edades y de todos los. grados de inteligencia y erudición.
    7. La autoridad sin prejuicios de la Biblia.
      1. El carácter humano de los autores de la Biblia, carece de prejuicios en favor del hombre.
      2. La Biblia registra y señala, sin vacilar, el pecado y la debilidad de los mejores hombres, y advierte gráficamente a aquellos que confían en sus propias virtudes de su condenación final.
      3. Aunque escrito por humanos, es un mensaje de Dios hacia el hombre, más bien que un mensaje del hombre para el hombre.
      4. Aunque algunas veces habla de cosas terrenales y de experiencias humanas, también describe con claridad y autoridad cosas tanto de los cielos como de la tierra, visibles o invisibles; revelando hechos acerca de Dios, de los ángeles, los hombres, del tiempo y de la eternidad; de la vida y la muerte, del pecado y la salvación, del cielo y del infierno.
      5. Semejante libro no podría haber sido escrito por el hombre si hubiese tenido que elegir hacerlo, y aun de haber podido, nunca habría querido hacerlo al margen de la divina dirección. Por tanto, la Biblia, aunque escrita por hombres, es un mensaje que procede de Dios, con la certeza, la seguridad y la paz que sólo Dios puede proporcionar.
    8. El carácter supremo de la Biblia.
      1. La Biblia es un libro sobrenatural que revela la persona y la gloria de Dios manifestada en Su Hijo.
      2. Jesucristo, jamás pudo haber sido la invención de un hombre mortal, ya que Sus perfecciones nunca podrían haber sido comprendidas ni por los hombres más sabios y santos de esta tierra.
      3. El supremo carácter de la Biblia está apoyado por su revelación del carácter supremo en la persona de Jesucristo.

La Biblia es Inspirada Por Dios

Lo primero a considerar es que la Biblia es la que fue inspirada por Dios, y no los escritores. Para entender esto, es necesario considerar dos textos bíblicos:

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia (2ª Tim. 3:16).

«porque la profecía nunca fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo» (1ª Pedro 1:21).

Las Teorías de la Inspiración de la Biblia siempre dan, en cierto grado una confusión al respecto. Se le llaman teorías porque se desprenden de los conceptos o percepciones de los que estudian la Biblia; y por eso es bueno ver qué dice la Biblia de sí misma. En los versos anteriores quiero llamar la atención a dos verbos:

  1. En 1ª Timoteo 3:16, el verbo «es«, que aparece en itálica en la Escritura. Ese verbo no está en el griego. La palabra «inspirada», en griego es θεόπνευστος (theopneustos), y significa, «respirado por Dios» o «exhalada por Dios». Es decir, la Escritura reclama ser el aliento mismo de Dios al pronunciar sus palabras.
  2. En 2ª Pedro 1:21, el verbo es «siendo», que es un gerundio, y que en griego es una sola palabra que se traduce como «siendo inspirados», y es la palabra griega ἐνέγκω (enénko), que viene de un verbo que significa «ser llevado», y es un uso marítimo: «ser llevado por las olas». La diferencia con 1ª Timoteo, es que la Escritura sale de la misma boca de Dios, pero los escritores son «movidos por el Espíritu Santo» como el mar mueve el barco. La traducción más certera para 2ª Pedro 1:21 sería: «sino que los santos hombres de Dios hablaron movidos por el Espíritu Santo».

Las teorías equivocadas

La primera teoría equivocada sobre la inspiración es la llamada «Teoría mecánica o del dictado», que sostiene que Dios realmente dictó la Escritura, y que los escritores de la Biblia actuaron sólo como taquígrafos. Pero esto es falso, porque la Biblia tiene el estilo de la redacción y el vocabulario de cada escritor humano. En muchos casos los autores de la Escritura expresaron sus propios temores y sentimientos, o sus plegarias para la salvación divina, y de diversas maneras dejaron la impronta de su personalidad en el registro divino. Por ejemplo, la oración surgida del corazón de Pablo por Israel, en Romanos 9:13, habría perdido su significado de haber sido dictada por Dios. Solo muy pocas cosas fueron dictadas directamente por Dios, como los diez mandamientos (Exodo 20), y más bien se evidencia que siempre el autor usó de figuras conocidas de su época, geografía y condición política.

La otra teoría equivocada es la llamada «teoría del concepto», que es un intento por debilitar la completa inspiración de la Biblia. Se dice que Dios inspiró el concepto, pero no las palabras precisas, y enseña que los autores sólo entendieron parcialmente lo que Dios les hubo revelado. Afirman que la Biblia puede contener errores, contradicciones, adiciones u omisiones. Pero la Biblia contradice expresamente la idea de que sólo les fue suministrado el concepto a sus autores humanos, porque ella misma menciona frecuentemente la importancia de las palabras (Ex. 20:1; Jn. 6:63; 17:8; 1ª Cor. 2:13), considerando que las palabras, en sí mismas, están inspiradas por Dios (Jn. 10:3435; Gá. 3:16). De hecho, la frecuente mención que la Biblia es la Palabra de Dios (Ef. 6:17; Stg. 1:21-23; y 1 P. 2:2) confirma que todo el espectro idiomatico es producto de Dios, al punto de pronunciar una solemne condenación sobre cualquiera que suprima la Palabra de Dios (Ap. 22:18-19).

La tercera teoría equivocada es la llamada «Teoría de la Inspiración parcial». Esto afirma que sólo parte de la Biblia es inspirada. Se afirma que las porciones reveladas de la Biblia que se refieren a la verdad divina son precisas y ciertas, pero que no pueden aceptarse las declaraciones de tipo histórico, geográfico o científico. Enseña que algunos fragmentos de la Escritura están más inspirados que otros, y así la verdad y el error se convierten en cuestión de grado. La Crítica Textual presume de un concepto similar. También es conocido como la «inspiración mística» o la idea de que Dios ayudó en diversos grados a los autores en lo que ellos escribieron, pero no dándoles por completo la capacidad de escribir la Escritura sin error.

La cuarta teoría equivocada es la llamada «opinión neoortodoxa de la inspiración». Es del siglo XX y comienza con Karl Barth, y que se denomina nueva ortodoxia. Aunque sin negar necesariamente que existan elementos sobrenaturales en los escritos de la Escritura, esta opinión reconoce que hay errores en la Biblia, y de esta forma la Biblia no puede ser tomada literalmente como verdadera. La neoortodoxia sostiene que Dios habla mediante las Escrituras y las utiliza como un medio para comunicarse con nosotros. De acuerdo con este punto de vista, la Biblia se convierte en un canal de la revelación divina, de forma muy parecida al concepto de que una bella flor o un encantador crepúsculo suministran el concepto de que Dios es el Creador. La Biblia, considerada bajo semejante teoría, se hace verdadera sólo cuando es comprendida, y la evidencia de verdad queda igualmente a juicio del lector individual. La historia de este punto de vista demuestra que no hay dos personas que estén exactamente de acuerdo respecto a lo que la Biblia enseña realmente y, al igual que la inspiración parcial, deja al individuo como autoridad final por lo que concierne a lo que es verdad y lo que es falso.

La quinta teoría equivocada es la llamada «Teoría de la Inspiración naturalista». Esta es la opinión más extrema de incredulidad y sostiene que la Biblia es igual que otro libro cualquiera. Aunque Dios haya podido otorgar a sus autores una capacidad fuera de lo común para expresar conceptos, es, después de todo, una producción humana sin ninguna guía divina y sobrenatural. La Biblia, sujeta a este concepto, se convierte simplemente en cualquier otro libro de religión, que expresa antiguos conceptos y opiniones de experiencia espiritual que han tenido los hombres en el pasado. Esta opinión destruye cualquier distintiva afirmación respecto a la autoridad divina de la Biblia y deja sin explicación la maravillosa y real precisión de la Biblia.

Nota: Es el lector de la Escritura quien tiene que tomar una postura y hacer una elección. La Biblia es lo que afirma ser la Palabra inspirada de Dios y un libro en que confiar, como si Dios lo hubiese escrito por sí mismo, sin autores humanos, o tiene que ser considerada como un libro que no sustancia sus afirmaciones y no es, ciertamente, la Palabra de Dios. Mientras que pueden sumarse muchas pruebas en apoyo de la inspiración de la Biblia, la mejor evidencia se encuentra en el hecho de que la acción del Libro en la Historia apoya sus propias afirmaciones. Su poder se ha manifestado en las vidas transformadas de millones de personas que han puesto su confianza en las palabras y las promesas de la Escritura.

El Testimonio de Cristo y Sus Apóstoles

Antes de entrar en el Testimonio escriturario, es necesario que hagamos un resumen de la doctrina de la inspiración en las Escrituras:

  1. La Biblia es inspirada verbal y plenaria.
    1. Por inspiración verbal se quiere significar que el Espíritu de Dios fue quien guió la elección de las palabras usadas en los escritos originales.
    2. Por inspiración «plenaria», se entiende «completa inspiración». Un término opuesto a los puntos de vista que afirman que sólo hay una inspiración parcial en la Biblia.
    3. La Escritura es infalible, en el sentido de ser precisa e inmune a todo error.
    4. La Escritura es inerrable, es decir, que la Biblia no contiene ningún error, como declaración de hecho. Nota: Génesis 3:4, registra una mentira, pero el registro es auténtico y sin error.
    5. La Biblia es, por tanto, la única regla de conducta y fe perfecta. Debemos entender que:
      1. La seguridad de la inspiración se aplica, a los escritos originales y no a las copias, traducciones o anotaciones. Sin embargo, Dios prometió preservarla perfectamente, y lo ha hecho, que sabemos por cierto que nuestras presentes copias de la Biblia son exactas reproducciones de los escritos originales, y por ello, la Palabra de Dios.
      2. El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo y arameo. El Nuevo Testamento fue redactado en griego.
  2. En Mateo 5:18, Cristo afirma que ni una jota ni una tilde de la Ley quedará sin cumplimiento. Esto es plenitud, afirmando que es plenaria.
  3. En Juan 10:35 Cristo afirmó que «la Escritura no puede ser quebrantada», no puede fallar ni puede ser omitida o puede perderse con el tiempo.
  4. Una y otra vez el Nuevo Testamento afirma un exacto cumplimiento del Antiguo Testamento (Mateo 1:22, 23; cf. Mt. 4:14; 8:17; 12:17; 15:7-8; 21:45; 42; 22:29; 26:31, 56; 27:9, 10, 35).
  5. Incluso cuando afirma un cambio dispensacional o una modificación de una regla de vida, la autoridad y la inspiración de las declaraciones originales de la Escritura no se discuten en absoluto (Mateo 19:7-12).
  6. Las citas que Jesús usa del AT las considera ciertas y confiables, reconociendo al autor y al contenido (Dt. 6:16; cf. Mt. 12:40; Dn. 9:27; 12:11; cf. Mt. 24:15). No es posible poner en tela de juicio la inspiración del Antiguo Testamento sin dudar del carácter y veracidad de Jesucristo.
  7. Jesucristo afirmó la inspiración y la infalible del Nuevo Testamento.
    1. Jesús afirmó en Juan 16:12-13 que los discípulos iban a recibir la verdad procedente del Espíritu Santo después que Cristo hubiese ascendido a los cielos.
    2. Cristo estableció que los discípulos serían los testigos de la verdad (Mt. 28:19; Lc. 10:22-23; Jn. 15:27; Hch. 1:8).
    3. Jesús otorgó a los discípulos autoridad en su pronunciamiento y difusión de la verdad (Lc. 10:16; Jn. 13:19; 17:14, 18; He. 2:34).
    4. Jesús reconoce que David escribió por el Espíritu (Mt. 22:43), y que el salmista fue inspirado (He. 3:7-11; cf. Sal. 95:7-11).
    5. Jesús afirma que el Nuevo Testamento, en igual forma, sería inspirado.
    6. El NT lo afirma sobre sí mismo. (1ª Timoteo 5:18; Deuteronomio 25:4 y Lucas 10:7)
    7. En 2ª Pedro 3:15-16 se dice que las Epístolas de Pablo están clasificadas como Escritura que tiene que ser recibida como Palabra de Dios, al igual que toda la demás Escritura.
  8. Uno de los pasajes fundamentales sobre la inspiración de la Biblia se encuentra en 2 Timoteo 3:16, donde se afirma: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para corregir, para instruir en justicia.»
    1. «Escritura» se refiere a las «Sagradas Escrituras» mencionadas en 2 Timoteo 3:15, incluyendo tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento.
    2. La expresión «inspirada por Dios» es una palabra que se halla en el Nuevo Testamento griego, theopneustos, que significa «el aliento de Dios».
    3. EN 2ª Pedro 1:21, en relación con una profecía de la Escritura, se declara: «Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.» Ellos fueron «movidos e impulsados por el Espíritu Santo». La traducción de la palabra «movido» es la que corresponde a llevar un peso, un cometido. Los autores humanos son llevados hacia un destino y un objetivo deseado por Dios, de la misma forma que un barco lleva a sus pasajeros hacia su destino final.
    4. En algunas partes se afirma que alguna cita fue dictada expresamente por Dios (Éxodo 20:117).
    5. Una y otra vez el Antiguo Testamento declara que «Dios dijo» (Gn. 1:3).
    6. También dice: «llegó la palabra del Señor» a uno de los profetas (cf. Jer. 1:2; Os. 1:1; Jon. 1:1; Mi. 1:1; Sof. 1:1; Hag. 1:1; Zac. 1:1).
    7. En otras situaciones Dios habló mediante visiones O sueños (Dn. 2:1), o apareció en forma de visión (Dn. 7:1).

Existen dificultades en la Biblia que hacen surgir ciertas cuestiones:

    1. A veces, por falta de información, la Biblia parece contradecirse a sí misma, como, por ejemplo, en el relato de la curación de los ciegos de Jericó, donde diversos relatos indican dos o un ciego (Mt. 20:30; Mr. 10:46; Lc. 18:35) y donde el incidente parece haber ocurrido en otra parte fuera de Jericó (Mr. 10:46; Lc. 19:1). Problemas de esta clase, no obstante, invitan a un paciente estudio y la dificultad puede ser resuelta si todos los hechos nos fuesen conocidos. Por ejemplo, existieron dos ciudades en Jericó: una antigua, la otra moderna. Cristo pudo muy bien haber dejado una para entrar en la otra. Muchos supuestos errores de la Biblia han sido perfectamente aclarados por descubrimientos y hallazgos arqueológicos.
    2. En otras ocasiones, desde la perspectiva doctrinal, parece que Dios se contradice entre la elección de las personas y el libre albedrío; la mayoría tiende a espiritualizar cuando no entienden, otros solo ignoran los textos que no les parece. Una perspectiva correcta es que se acepta lo que la Escritura dice, aunque en nuestra mente no haya una clara comprensión del tema que se trata. Si Dios es perfecto, entonces su Palabra también, y el problema no radica en ella, sino en el lector humano limitado.

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